domingo, 29 de marzo de 2015

Cutreman en "Trampa mortal"

Aquel día los niños no habían parado de jugar y dar trabajo a su madre. Después de horas de juego, se durmieron en los brazos de Sus. El calor de la estufa y las nanas que les cantaba su madre obraron el milagro.

Sus: Estoy agotada... Mis angelitos se han dormido al fin.

Pandy jugaba con su ovillo de lana en su cesta frente a la estufa. Hacía un día frío y nublado. Diamante llevaba todo el día fuera. Junto a Duque y los demás piratas estaban preparando un viaje en busca de un tesoro perdido. 


Llevó a Suselle y Dante al dormitorio con delicadeza y los acostó en su cunita. Por fin podría descansar y relajarse un rato.


Vicrogo les había preparado una tarta de fresa y chocolate para chuparse los dedos. Era cremosa, dulce y sabrosa. Se preparó un chocolate caliente y cortó una porción de tarta. Sintió un placer inmenso al saborear el chocolate y la fresa . Una explosión de sabor invadió su boca y no pudo evitar gemir de placer. 

Sus: ¡Está requetebueno!

Devoró la porción en un tiempo récord y rápidamente se sirvió otra. Pandy la observaba sorprendido.

Pandy: #### (Luego no te quejes de que has engordado...)
Sus: Pero que maravilla, ¡no puedo dejar de comer! Este chocolate sabe a gloria bendita, ¡quiero más!



Tanto le gustó que se comió toda la tarta. Ahora se sentía gorda, hinchada y culpable. Siempre le ocurría lo mismo pero no lo podía evitar. Se tocó la cintura desanimada.

Sus: No debería haber comido tanto...pero es que estaba tan buena...¡Aibá! No me he acordado de dejarle un trocito a Diamante...


Duclack le había propuesto salir a correr por las tardes. Ella le había dicho que no pero después de zamparse la tarta entera su perspectiva de las cosas había cambiado. Cogió su móvil y le escribió a su amiga mediante whatsaclick.

Sus: ¡Duclack! ¡Holaaa! ¿Ya habéis terminado de preparar la búsqueda del tesoro? Me apunto para salir a correr.
Duclack: ¡Suuus! Sí, ya hemos terminado. Diamante estará al llegar. Me pongo la ropa de deporte y voy para tu casa.
Sus: ¡Perfecto, hasta ahora! 


Diamante entró en casa y abrazó a Sus con cariño y pasión. La agarró en brazos y Sus se dejó querer. Le encantaba cuando su marido le hacía eso.

Diamante: ¡Mi niña como pesa!
Sus: ¿Peso mucho?
Diamante: No, era un decir. Estás perfecta.
Sus: No sé...


Se sentaron los dos en el sofá y Pandy fue a saludar. Diamante lo cogió en brazos mientras Sus le explicaba el día que había tenido.

Sus: ...y hace un ratito que se durmieron. ¿Que tal tu día?
Diamante: Muy bien. Está todo listo para ir a la isla calavera. Allí es dónde está el tesoro escondido.
Sus: Que poco me gusta que vayas a esos sitios tan peligrosos...

¡Ding dong!

Diamante: ¿Quién será?
Sus: ¡Es Duclack! Ay, me tengo que preparar.
Diamante: ¿Para qué?
Sus: Nos vamos a correr, ¡tengo que quitarme unos cuantos kilos de encima! Mira que fofa estoy...
Diamante: ¡Pero si estás perfecta!


Duclack llevaba unos pantalones y unas zapatillas de deporte. Estaba preparada para salir a correr.

Duclack: ¡Hola! ¿Estás preparada para sudar?
Sus: ¡Sí! Ahora mismo me preparo, ¡no tardo nada!


Duclack: Vaya, veo que os habéis pegado un buen festín. ¿Ya os habéis comido la tarta de Vicrogo?
Diamante: ¡No puede ser! ¡Se la ha comido entera! ¡Buaaaa!


Duclack: Con razón quiere salir a correr. Está arrepentida...
Diamante: Ni un triste trocito...yo la quería catar...


Sus se asomó por la puerta que daba al pasillo. Se había vestido con pantalones blancos y unas zapatillas azul marino a juego con su camiseta.

Sus: Estoy lista...Diamante, lo siento...te compensaré, te lo prometo.
Diamante: ...


Sus: Lo siento, tenía tanta hambre...Me llevo a Pandy.
Pandy: ######## (¡Yo no quiero ir! ¡Si no he probado esa tarta!)
Duclack: Haremos una buena ruta. Cruzaremos el bosque y regresaremos por el camino de las ardillas.
Diamante: Vale...tened cuidado.

¡Buaaaaa, buaaaaaaaaa!

Diamante: ¡Se han despertado los niños!
Sus: Siempre se despiertan a esta hora para ver Cutreman. Nosotras nos vamos, cariño.


Diamante: ¡Sus no te vayas! ¡¿Que hago?!
Sus: ¡Ponles Cutreman que lo están dando en la tele!
Duclack: ¡Vamos, Sus! ¡No perdamos el buen ritmo! ¡Chino Juan me enseñó técnicas muy buenas para correr y aguantar!


Efectivamente, Sus tenía razón. Los niños querían ver Cutreman. Se sentaron los tres en el sofá y encendieron la televisión. Después de unos cuantos anuncios comenzó el programa preferido de los niños, Cutreman.



Cutreman en "Trampa mortal"


Nuestro más admirado y valiente héroe se encontraba trabajando en su oficina. Era uno de los trabajadores más valorados de la empresa. Llevaba ya unas horas trabajando sin parar.


Su jefa acudió a su despacho para ver cómo llevaba el trabajo. Nadie sabía que Cutre era en realidad Cutreman. Él sabía muy bien como camuflar su verdadera identidad. Nadie podía sospechar, una pajarita era todo lo que necesitaba para no ser descubierto. Por su seguridad era mejor mantener su verdadera identidad en secreto.

Laura: Cutre, ¿cómo llevas el trabajo?
Cutre: Muy bien señorita Laura. ¡Estoy progresando mucho!
Laura: ¡Oh, Cutre! Es que eres el mejor, ¡ojalá todos los trabajadores fuesen como tú!


Cutre: Mire, con un seis y un cuatro hago tu retrato. ¿Que le parece?
Laura: ¡Pero que maravilla! ¡Oh, esto no lo había visto nunca! Cutre, te mereces un aumento de sueldo. Esto es simplemente fascinante.


Cutre: Mire, esto es para usted. Me he auto retratado, ¿le gusta?
Laura: No puedo creerlo, ¡ya casi no te sales de las rayas cuando coloreas!
Cutre: He mejorado mucho, lo sé.


Mientras tanto...

El Doctor Desquicio estaba ansioso. Por fin había encontrado la forma de acabar con el insoportable de Cutreman.


Doctor Desquicio: Después de años de investigación y trabajo duro he encontrado la forma definitiva de acabar con Cutreman. ¡Jajajajajajajajaja! He trabajado duro y su construcción ha sido compleja. He seguido los planos a raja tabla y por fin, ¡lo he conseguido!


Doctor Desquicio: ¡Con esta trampa mortal atraparé a Cutreman!

Se trataba de una simple trampa de madera.


Doctor Desquicio: He filtrado en las noticias que han secuestrado a un gato en esta zona. Seguramente Cutreman venga de inmediato al rescate, pero lo que no sabe es que se trata de una trampa. Colocaré este radiocassette con una grabación de un gato maullando en su interior. Cutreman entrará a liberar al gato y en ese momento cerraré la trampa y quedará atrapado, ¡jajajajajajaja! Entonces, acabaré con él para siempre.


 El Doctor Desquicio se escondió a la espera de la llegada de Cutreman.


En la oficina...

Vanessa: ¡Es horrible! ¡Es horrible! ¡Es horribleeeee!
Laura: ¡Vanessa! ¿Que ocurre? ¿Te has olvidado de grabar Gran hermano vip?
Vanessa: ¡Mucho peor! ¡Me tiro de los pelos y me los como! ¡Es una tragedia!
Laura: ¿¡Que ocurre entonces!?


Vanessa: ¡Han secuestrado a un gato! ¡Un pobre y chiquitito gatito! ¡Que calamidad!


Cuando Cutreman escuchó la noticia, no lo dudó un instante. Salió corriendo en busca de un lugar adecuado para transformarse en Cutreman y salvar al gato.

Laura: ¡¿Cutre, dónde vas?! ¡Tienes que firmarme el dibujo y enseñarme a hacer lo del seis y el cuatro!
Cutre: ¡Voy al servicio, anoche comí habichuelas! 


Fue hacia un callejón y con sigilo se introdujo en un contenedor de basura para transformarse.



Salió de aquel contenedor con su espléndida capa blanca preparado para encontrar a ese indefenso gato secuestrado. La gente no daba crédito a lo que estaban viendo.

¡Es Cutreman! ¡Me voy a desmayar! ¡Que bueno que está!


Corrió hacia la zona en la que había desaparecido el gato y encontró la trampa. La miró dudoso.

¡Miauuuuu!

Cutreman: ¡Es el gato! ¡Está atrapado y asustado en el interior de esa trampa! ¡No te preocupes, gatito!


Cuando Cutreman se hallaba en su interior, el Doctor Desquicio lo encerró. Cutreman se asomó por una rendija asustado.

Cutreman: ¡Socorro, me da miedo la oscuridad!

¡Miauuuu!

Cutreman: ¡El gato! ¿Dónde está?
Doctor Desquicio: ¡Jajajajajaja! Cutreman, has caído en mi trampa.


De pronto, la grabación del gato maullando terminó y el cassete siguió reproduciéndose con lo que había grabado después. Se trataba del Doctor Desquicio cantando en acapella. Se quería presentar al programa La Voz y había estado haciendo pruebas grabándose.

Soooyy yoOoOoOoO la que SiiIiI gueEeEeEEee Aquí, SooOoOOOOoo y YooOOoooOO, te lo digo a tiIiIiiiiIIIII

Cutreman: ¿Eres tú cantando? ¡Jajajajajajajaja! ¡Es horrible!
Doctor Desquicio: ¡Dale al stop! ¡Apaga el radiocassette! 

MirameEEEeee y dimeeeEEeE que es lo que vEeeeEes, esa mujer que tuviste una veeEEEeeEeEeEz

Avergonzado abrió la trampa para intentar apagar la grabación, pero Cutremán salió y se enfrentó a él.



Doctor Desquicio: ¡Me desquicias! ¡Me desquiciiaaas!
Cutreman: ¿Dónde está ese pobre gatito? ¡Confiesa!
Doctor Desquicio: Mira que llegas a ser tonto, ¡que no existe ningún gato secuestrado!
Cutreman: ¿Cómo puedes jugar con algo tan serio? ¡Te arrepentirás de tu engaño!


El Doctor Desquicio se asustó. Una pobre mujer que pasaba por allí escuchó la grabación del Doctor Desquicio cantando y acudió pensando que estaban matando a alguien. Agarró a la mujer y con su hacha amenazó con matarla si Cutreman se acercaba.

Mujer: ¡Oiga! ¡Suélteme!
Cutreman: ¡No le hagas daño!
Doctor Desquicio: ¡Si no te rindes acabaré con la vida de esta pobre embarazada!
Mujer: ¿Disculpa? ¿Que has dicho?
Doctor Desquicio: Que cabaré con tu vida sí...
Mujer: ¡Eso no! ¡Lo otro!
Doctor Desquicio: ¿De esta pobre embarazada?
Mujer: ¡Yo no estoy embarazada!


La mujer agarró a Desquicio por la pechera y lo elevó.

Mujer: ¡No estoy embarazada! ¿¡Insinúa que estoy gorda!?
Doctor Desquicio:  Yo...
Mujer: ¡Tengo un cuerpo perfecto! Te voy a dar una paliza que no te reconocerá ni tu madre.


Cutreman: ¡Piernas para que os quiero!

Nuestro gran héroe se alejó de allí a toda velocidad. La mujer le estaba propinando una gran paliza a Desquicio.

Mujer: ¡Insultarme a mí! ¡Haberse visto! ¡Toma patada voladora! ¡Bofetada a mano abierta!
Doctor Desquicio: ¡Socorro! ¡Ahhhhhh! 


Cuando Cutreman terminó su jornada laboral, salió a pasear junto a su novia. Ahora ocultaba su verdadera identidad y vestía de paisano. 

Kika: ¡Oh, Cutre! Estás muy guapo.
Cutre: Tú también, amada mía.
Kika: ¿Estoy guapo? Ay, Cutre...aunque debo confesarte que ese Cutreman que sale en las noticias me cautiva. ¿Quién será?


Cutre: Es todo un héroe, ¡y un sex symbol!
Kika: ¡Ojalá algún día lo pueda conocer!
Cutre: Tus deseos son fáciles de cumplir. 


Fin

Sus: Ya estamos en casa...
Diamante: Justo cuando termina Cutreman. ¿Ha ido bien?
Sus: No puedo más...estoy agotada...he tenido que llevar en brazos a Pandy el camino de vuelta a casa...


Pandy se tumbó en su cesta. No podía mover ni las pestañas.

Pandy: ######## (Despertarme dentro de una semana, ¡ay, me duele todo!)
Dante: ¿Está morío?
Suselle: Tiene sueño...
Pandy: ###### (No, estoy muerto...)


Sus se tiró al sofá muy cansada. Estaba tan reventada que no tenía ganas ni de ducharse.

Diamante: Cariño, ¿estás bien?
Sus: Sí...creo.
Diamante: ¿Harás la cena? ¡Estoy hambriento!
Sus: De eso nada...no puedo mover un músculo. Tengo una idea. Pide una pizza mientras me ducho...
Diamante: ¡Vale!


Comieron todos en familia. Pudieron un par de pizzas y de postre rosquillas de chocolate que había hecho Mary. 

Sus: ¡Que buena está!
Diamante: Ya pueden cantar misa, ¡el comer es un placer! No pienso ir más al gimnasio.Encima para que me pongan con los gordos...
Sus: Le diré a Duclack que lo de ir a correr...más adelante. Es que con los niños y todo...no tengo tiempo.




FIN


viernes, 13 de marzo de 2015

Lara Click: Tomb Raider - El misterio de los osos

Lara había recibido la llamada de su querida amiga Coco. Era guardabosques y estaba muy preocupada por la desaparición de los osos en aquel bosque. Lara se subió a su quad  y sin pensárselo dos veces quedó con ella. No le disgustaba pasear por aquel inmenso bosque y le apetecía saludar a Coco.



Coco la estaba esperando y cuando la vio llegar levantó la mano para saludar. Se abrazaron con cariño durante un largo rato. Hacía mucho tiempo que no se veían a causa de los numerosos viajes que Lara tenía que hacer.


Se sentaron en una enorme raíz y Coco le explicó lo que estaba sucediendo. La población de osos estaba desapareciendo considerablemente. 

Coco: He encontrado huesos de osos y creo que alguien los está cazando.
Lara: Eso está prohibido y está penado con la ley.
Coco: Lo sé, pero no soy capaz de encontrar quienes son los culpables. Pensé que tú me podrías ayudar...


Lara: No te preocupes, te ayudaré. Me daré un paseo por el bosque e investigaré que está ocurriendo.
Coco: Te lo agradezco muchísimo, Lara. Espero que encuentres alguna pista.



Volvió a subir a su quad y fue en busca de pistas que aclarasen la causa de la desaparición de los osos. Sabía que existía un mercado negro de venta de piel de oso y también de osos vivos. Le parecía despreciable que un click pudiese maltratar o matar un animal por dinero o placer.



Investigó varias zonas sin éxito. Temía volver junto a Coco sin ninguna novedad. No se rindió fácilmente y siguió con su búsqueda. Subió a una de las zonas altas del bosque para tener una visión más general pero no encontró nada fuera de lo habitual.




Después de mucho investigar, encontró unos huesos. Los examinó y llegó a la conclusión de que se trataban de huesos de oso. Siguió buscando por esa misma zona y encontró más huesos dispersos.

Lara: Malditos asesinos.




No estaba dispuesta a marcharse sin encontrar la causa de la muerte de esos animales. Cuando encontró unos huesos en una zona húmeda y muy escondida, escuchó ruidos extraños. 



Se aproximó con sigilo al lugar donde procedían los ruidos. Le pareció escuchar un rugido y el sonido de un coche al encenderse. Al asomarse para averiguar que estaba ocurriendo, sus sospechas se confirmaron. Dos cazadores habían atrapado a un oso y se disponían a llevarse al animal en su coche.

Lara: Lo que me suponía. Malditos bastardos... 



Roman: ¡Es un buen ejemplar!
Edefesio: ¡Nos darán mucha pasta!
Roman: Que pena que lo quieran vivo..con esta piel se podría hacer un abrigo de los buenos.
Edefesio: Y una alfombra, quedaría de fábula en el comedor de mi casa.
Roman: Bueno, no perdamos más tiempo. Tenemos que llevarlo al garaje cuanto antes. Si alguien nos pilla haciendo esto...


Los dos cazadores se marcharon con su coche. Estaban muy contentos. Esa pobre osa valía mucho dinero. Lara los observó un momento. Estaba sorprendida por la actitud de esos hombres.

Lara: Y pensar que pertenezco a su misma especie...


Fue hasta su quad y los persiguió dejando una distancia de seguridad. Los hombres no conducían con tranquilidad. Apretaban el acelerador temerosos de ser descubiertos.


En una zona rocosa con montañas se sintieron más tranquilos y redujeron la velocidad. Lara prefirió seguirles desde lo alto de las montañas para no ser descubierta.






Uno de los hombres sacó su rifle y apuntó a unos pájaros que cuidaban su nido.

Edefesio: ¡Me voy a cargar a esos pájaros!
Roman: ¡No eres capaz de darle, no te las des de buen tirador!
Edefesio: ¡Te lo demostraré!



Disparó dos veces y ninguna acertó su objetivo. Los pájaros se asustaron pero luego volvieron a su nido.

Roman: ¡Que malo eres!
Edefesio: Con el movimiento del coche no hay quién le de a nada. Cuando pasemos por la zona de los ciervos te detienes y me cargó a un par de ellos. ¡Nadie pone en duda mi profesionalidad!
Roman: Hecho.

Lara no podía permitir que eso ocurriera, así que se puso en acción.


Aceleró al máximo y dio alcance al vehículo de los asesinos. Uno de ellos al percatarse de la presencia de Lara, sacó su rifle. Supo que debía ser rápida si no quería ser alcanzada por las balas.

Edefesio: ¡¿Quién es esa?!
Roman: ¡No lo sé!
Edefesio: ¡Acabaré con ella!


Roman: ¿A que esperas? ¡Dispara!
Edefesio: ¡Ya voy! ¡Esta vez acertaré!

Disparó varias veces pero falló. Lara saltó desde el quad al vehículo y agarrando con fuerza de Edefesio consiguió tirarle del coche en marcha.

Edefesio: ¡Ahhhhh!




Consiguió colocarse frente a Roman y amenazándole con sus dos pistolas le ordenó que detuviese el coche. Asustado no lo dudó y obedeció a Lara. Bajó del coche con las manos en alto mientras Lara le apuntaba con sus armas.


Lara: ¿Está vivo el oso?
Roman: Sí, sólo está dormido...lo llevábamos al veterinario...
Lara: No me mientas. Sé que lo queríais vender. ¿Cuantos osos habéis matado?
Roman: Ninguno...
Lara: ¡Sigues mintiendo!
Roman: Está bien, unos cuantos. Oye, podemos ir a medias, ¿que me dices? Ganarás mucha pasta.
Lara: Ni lo sueñes.

Lara le propinó un golpe con la culata de una de sus pistolas y el hombre cayó al suelo inconsciente.

Lara: Así estás mucho mejor, en silencio.



Lara subió a los dos delincuentes inconscientes al coche y los transportó hasta el lugar donde se encontraba Coco. Le contó todo lo que había descubierto. Se mostró muy agradecida pero al mismo tiempo entristecida por los osos que murieron a manos de esos dos salvajes.

Coco: Pobres animales, ¡eran seres inocentes! ...Espero que estos dos pasen una buena temporada en la cárcel...
Lara: Puedes estar segura de ello.
Coco: Gracias, Lara.



Coco: Mira, Lara. Encontré este osezno perdido en el bosque...estaba buscando a su madre. ¿De verdad que está viva?
Lara: Sí, le han inyectado dardos somníferos. Pronto despertará.
Coco: Será mejor que nos escondamos. Aunque nos quedaremos para observar el reencuentro entre madre e hijo.




Cuando la madre osa despertó, miró a su hijo preocupada. Se acercó hasta él y lo lamió asegurándose de que estaba bien. El osezno saltaba feliz junto a su madre. 

Coco: Me estoy emocionando.
Lara: Es un momento precioso.



Finalmente madre e hijo se marcharon alejándose de ellas hasta desaparecer. Al menos habían conseguido salvar a aquella osa y su cría.



Gracias a Lara, la tranquilidad volvió a reinar en el bosque. Después de despedirse de Coco, se marchó a la comisaría más cercana para entregar a las autoridades a los dos delincuentes.


FIN